La revolución china en forma de aparatito multimedia
Desde China hace ya un tiempo que es posible conseguir de importación la Dingoo A320. Si este post ha tardado en llegar es porque no ha sido hasta ahora que ha caído en mis manos esta pequeña maravilla.
Como consola nos encontramos con un verdadero paraíso para los amantes de los juegos retro. La Dingoo incluye de serie emuladores de NES, GBA, Snes, Megadrive, NEOGEO y de las placas recreativas CPS-1 y CPS-2. Ya saben, toda una celebración de los pixelados 80 y de los 90 pre-revolución 3D.
En sus cuatro gigas de memoria interna (ampliables vía mini SD) me he encontrado con multitud de juegos de NES y de CPS1. Salvo algunas excepciones (Ghouls and Ghost, por poner un ejemplo que duele) todos funcionan a la perfección. Lo mismo podemos decir de las viejas roms de Snes que he podido probar (olvídense sin embargo de los juegos que tiraban de chip super FX). En el caso de NEOGEO todavía estoy investigando cómo hacer correr sus roms.
El tamaño de la consola es bastante idóneo. Más grande que una GBM y algo más pequeña que una DS, la Dingoo presenta además una pantalla bien iluminada (no tenemos regulador de luminosidad) de 2.8 con proporciones 320 x 240.
Más allá de sus posibilidades jugables contamos con un estupendo aparato multimedia. Desde un menú que ‘homenajea’ la efectiva XrossMediaBar de Sony podemos acceder a vídeos, música, grabador de voz, radio e imágenes. Sorprende además la cantidad de formatos compatibles de los que disponemos en cada apartado.
Entre los accesorios que incluye la caja (cascos, cable cargador/datos usb, cargador de corriente asiático) encontramos un cable para conectar la consola a la televisión. Salvo por alguna interferencia puntual todos las opciones antes comentadas funcionan correctamente.
Entre los detallitos a agradecer tenemos la posibilidad de guardar nuestro estado tanto en los juegos como en los eBooks y películas. Siempre podremos continuar desde el punto en que lo dejamos y todos sabemos que eso es un tanto a favor para una portátil.
Entre los elementos negativos podríamos comentar lo justito tanto de la resolución de su pantalla como de la calidad de sonido así como la ausencia de reconocimiento de acentos en la lectura de eBooks, detalle que prácticamente invalida este apartado.
Es imposible el éxito masivo de la Dingoo A320 dentro de nuestro mercado. Su repercusión se circunscribe a un entorno especializado (retro gamers, scene) que ya está empezando a consolidarse a su alrededor. Sus fabricantes nos aseguran periódicas actualizaciones que aumentarán sus posibilidades (MAME se encuentra en el horizonte) y desde la scene ya hay una versión funcional de Linux y una mayor lista de emuladores.
Así que cuidado. Por un ajustadísimo precio para todo lo que ofrece (según la vía de compra, este puede variar entre los 65 y los 100 euros) no duden que la Dingoo puede entrar cual caballo de Troya en sus vidas para apoderarse sin pudor de sus corazones. ¡Viva el pixel!.